Nuestra pátina de latón muestra una superficie en tonos cálidos que oscilan entre el dorado envejecido y el bronce tenue, con reflejos que evocan el paso del tiempo de manera sutil y armoniosa. El acabado presenta un cepillado suave que evita cualquier sensación de aspereza, manteniendo una textura visual equilibrada. Las variaciones cromáticas fluctúan entre matices ocres y naranjas, aportando una riqueza tonal que se integra de forma natural. El proceso de aplicación líquida deja ligeras marcas que, al difuminarse con el cepillado, crean un carácter auténtico y discreto que resalta su esencia artesanal.